En esta nueva sociedad de clases, aunque el destino de existencia de las mujeres obreras era muy diferente de las mujeres burguesas, compartían una situación de inferioridad social muy marcada. Muchas mujeres se dedicaban en exclusiva al trabajo del hogar, en el caso de las jóvenes burguesas a llevar una vida superficial (aprender a tocar el piano o pintar o bordar..) y encontrar un buen marido sin poder ejercer una actividad más allá del ámbito privado. La situacion era aun peor en el caso de las mujeres humildes que se veían obligadas a trabajar fuera del hogar. Desde el punto de vista legal las mujeres dependían siempre de un varón, de su padre o hermanos si estaban solteras y sino del marido. Esta situación provocó la aparición del movimiento sufragista que tuvo mucho peso al principio en Estados Unidos e Inglaterra. La lucha por el voto, por un sufragio universal, se veía como necesario e imprescindible para conseguir cualquier otro cambio e igualdad jurídica, política o económica con los hombres.
El sufragismo tuvo éxito sobre todo entre mujeres de clase media, que tenían una cierta preparación cultural, su lucha se materializó con manifestaciones y huelgas de hambre que fueron especialmente importantes en Inglaterra.