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Evolución de los instintos, REFERENCIA: Dolto, F. (1974). Psicoanálisis y…
Evolución de los instintos
Diversas etapas
En el psicoanálisis se da un nombre a cada una de las etapas de desarrollo en las que la líbido se centra en una parte del cuerpo.
Permite entender las bases del comportamiento.
Etapa fálica
Etapa anal
Etapa oral
Esta etapa se da desde la concepción hasta el destete, la zona erógena es la boca. En esta etapa existe una necesidad por la succión y placer por ésta.
De 1 a 3 años, en esta etapa se aprende acerca de la limpieza y del control de esfínteres. En esta etapa la zona erógena es la anal. Se presenta la retención.
Etapa de latencia
Etapa genital
Esta etapa será resultado de cómo se haya llevado la anterior, la sexualidad del individuo se verá influida por ésta. Se presenta masturbación terciaria. En esta etapa se despierta un interés intelectual. Las pulsiones encuentran su ordenamiento.
Se dice de esta fase que normalmente es "muda". En esta etapa se darán sublimaciones. Será de relevancia cómo se encuentre el individuo respecto a su fase edípica así como las disposiciones del menor.
La zona erógena fálica hace referencia al pene y al clítoris, desde la primer etapa se asiste al despertar de ella. Se presenta una masturbación primaria y reaparece a los tres años; en esta etapa generalmente se da una represión proveniente por el adulto.
Sexualidad y desarrollo
En cada una de las etapas y desde el inicio de la vida hasta su fin, se considera que todo implica una búsqueda hedónica. La energía libidinal impulsa la conducta del individuo.
Las pulsiones en las etapas en ocasiones no se desplazan por completo, por lo que no habrá una polarización de la libido; como resultado de esto existen las llamadas manías.
Las pulsiones seán instintivas pero también se regirán por los afectos, además de que serán obstaculizadas por la condición humana y la educación, la cuál será un factor importante.
Época fálica y su importancia en la patogénesis
La educación del control de esfínteres toma un papel importante, en ella se busca desinteresar al yo de la pulsión para fines de interés social.
El niño gracias a que acepta una renuncia un tanto parcial de sus pulsiones y de satisfacerlas encuentra la forma de generar la amistad de los adultos, esto sin que se obligue a dejar de lado por completo a sus funciones digestivas.
La líbido cambia su meta erótica y se pone al servicio de la inteligencia y musculatura, que se utiliza de manera simultánea o separada de la agresividad y de la pasividad.
La personalidad será resultado de la frustación del destete y control de esfínteres, en estas frustraciones también se observa la imposibilidad de desplazar el interés libidinal hacia otra zona erógena
Prohhibiciones y masturbación
El adulto censura la masturbación, existen distintos tipos de prohibiciones como la que se da sin explicación, que se acompaña o no de un tono que es reprobatorio
El niñp suele buscar explicación y el adulto suele dar razones para justificar la prohibición como que "es sucio" que terminan en una confusión por parte del menor y su sentido común quedara alterado
En ocasiones se utilizan medios que pueden intimidar y no una moral racional. Se presenta una inmovilidad del niño. También se utilizan amenazas o castigos que generan angustia, una noción de pena o aflicción
Alrededor de la masturbación existen creencias sobre sus peligros y represión a ésta. En una masturbación normal se calma la tesión libidinal
Será de relevancia el modo en el que el individuo se conduzca, esta etapa será de importancia así como la form de abordarlo. Como fundamento válido el autor nos habla acerca del pudor y que se proteja el futuro afectivo del niño
REFERENCIA: Dolto, F. (1974). Psicoanálisis y pediatría. Madrid, España: Siglo Veintiuno Editores.