también conocidos como tarascos, se desarrollaron en torno al lago de Pátzcuaro a finales del siglo XII. Tuvieron importantes urbes, como Ihuatzio, Pátzcuaro y su capital Tzintzuntzan. Con el tiempo, su imperio llegó a dominar el actual estado de Michoacán y partes de Guanajuato y Jalisco. Practicaron la medicina, la carpintería, el arte plumario y la metalurgia, llegando incluso a fabricar herramientas, armas y monedas de cobre. Esta civilización eminentemente rural constituyó el principal rival militar de los mexicas.