Los mexicas entablaron relaciones y alianzas con Culhuacán y Azcapotzalco, a quienes sirvieron como brazo armado en sus guerras con otros pueblos. Después de tanto peregrinar, los mexicas se establecieron definitivamente en un islote del Lago de Texcoco en 1325, donde fundaron su ciudad, México-Tenochtitlán, bautizada así en honor a Tenoch, último sacerdote que los guió hacia su morada definitiva