Se denomina así al agua que cae de la atmósfera a la Tierra, en un lugar determinado, en forma líquida, es decir, como lluvia, o en forma sólida, como nieve o granizo. Se miden con una herramienta denominada pluviómetro y se expresan en milímetros de altura (mm), lo que equivale a litros por metro cuadrado (l/m2).