Una vez confirmado el diagnóstico de epilepsia, se debe iniciar un tratamiento con un fármaco antiepiléptico. La elección se realiza en base a la eficacia, la seguridad, las características del fármaco y el tipo de epilepsia. Las circunstancias personales del paciente (edad, trabajo, otras enfermedades, etc.) son también muy importantes a la hora de elegir un medicamento.