Los beneficios en la automatización de la hematología se ven fácilmente y vienen de la mano de la mejora de la productividad, la reducción de los costos operativos, la mayor precisión, exactitud, trazabilidad de los resultados, la optimización de los recursos, y la incorporación de nuevos parámetros que permiten ampliar la capacidad diagnóstica y pronóstica del área, entre otros. Todo esto lleva a una mejora integral del resultado, lo cual permite trabajar con un alto nivel de confianza.