La Carta de la Organización de los Estados Americanos, aprobada en 1948, establece una institución supranacional en el continente americano (la Organización de los Estados Americanos, OEA), uno de cuyos principios es la proclamación de los de los derechos fundamentales de la persona humana sin hacer distinción de raza, nacionalidad, credo, o sexo (artículo 3.l de la Carta). Esta Carta presta, asimismo, especial atención a la democracia, los derechos económicos, el derecho a la educación y a la iguadad. Desde su constitución, la OEA ha desarrollado el Sistema Interamericano de Derechos Humanos para la protección de estos derechos en la región, comenzando con la adopción en 1949 de la Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre, unos meses antes de que la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamara la Declaración Universal de Derechos Humanos.