Dentro de los antecedentes modernos de la contabilidad administrativa figura el sistema de costos establecido en Lyman Mill, un molino textil de Nueva Inglaterra, que en 1855 permitió a los directivos de la empresa controlar la eficiencia de los costos de conversión, con base en libros de contabilidad por partida doble y que arrojaba información acerca del costo de los productos terminados, de la productividad de trabajadores, del impacto de los cambios de la distribución de la planta, así como controles de recepción y uso del algodón (Baujín, Vega, Armenteros, Frías y Pérez, 2003).