Evaluación e intervención: Es importante evaluar la dinámica respiratoria, la musculatura facial, labial, lingual, palatina, mandibular y la articulación de los fonemas
Para la intervención, debe estar centrada en el entrenamiento de las funciones motoras y neurovegetativas (la respiración nasal, la masticación, la deglución y la voz), los órganos fonoarticulatorios (labios, lengua, maseteros, buccinadores, mentoniano, paladar duro, velo del paladar, huesos maxilares o arcadas dentarias) y el entrenamiento en la articulación del habla.