Por ejemplo.
Los esquizo-paranoide. Para reducir su ansiedad se utilizan mecanismos como escisión, proyección, introyección e identificación proyectiva. Sin embargo, estos mecanismos producen otras nuevas ansiedades, pero no tan desestabilizadas. Si todo marcha bien, la ansiedad paranoide se transforma en ansiedad depresiva, que es más adaptativa.