Luria, discípulo de Vygotsky, condensa la relación entre lenguaje y pensamiento destacando que la forma más elevada de la actividad del hombre “es el pensamiento discursivo o lógico verbal, mediante el cual el hombre, basándose en los códigos del lenguaje, es capaz de rebasar los marcos de la percepción sensorial directa del mundo exterior, reflejar nexos y relaciones complejas, formar conceptos, elaborando conclusiones y resolviendo problemas teóricos complicados. Añade, además que gracias a estos planteamientos respecto a la relación lenguaje-pensamiento.