los cristianos debían rezar diriamente, oír misa los domingos, ayudar en cuaresma, confesrase una vez al año, cumplir la penitencia que se le fuera impuesta, comulgar por pascua, practicar la cardidad, llevar una vida virtuosa y donar bienes a la iglesia, peregrinar a lugares santos (roma, jerusalén y santiago de compostela)