La dimensión pedagógica parte de una pedagogía de tradición humanista, que promueve una concepción ética fundamentada en valores en los estudiantes y que pone en el centro del proceso formativo al ser humano, su aprendizaje y su formación integral. Esta dimensión es la capacidad para estimular y propiciar un aprendizaje desarrollador a través de la generación de ambientes educativos innovadores y afectivos y el desarrollo de experiencias de aprendizaje que incentiven a la reflexión, la problematización, el pensamiento crítico y el manejo creativo de recursos tecnológicos.
Dado que el estudiante es el foco de la dimensión pedagógica, se espera que el docente centre su atención en las actividades que el estudiante debe realizar para aprender, con lo cual pone su trabajo al servicio del educando. Asimismo, se espera que el diseño curricular se levante con miras a facilitar y potenciar los procesos de aprendizaje del estudiante, con lo cual cualquier acción curricular que se emprenda busca impactar positivamente la calidad del aprendizaje.