El pueblo buscaba que el gobierno les diera un apoyo constante, mientras que la teoría de Adam Smith lo único que hacía era generar muchos cambios constantemente que a la vez generaban cambios en el apoyo que recibía el pueblo. Se usa como ejemplo la Guerra de Harinas en 1755, cuando las personas casi muertas de hambre en París buscaron que el precio de la harina se correspondiera con su capacidad de pago, en lugar del valor de mercado. Cuando la gente hizo huelga por el costo de los alimentos, se dirigieron a un solo poder claro, el gobierno, y midieron el éxito o el fracaso de sus acciones por el aumento y la caída de un solo número, por lo cual el apoyo no se mantenía sino que cambiaba basándose en la caída de los números (precios, muertes por hambre, impuestos, ganancias, etc...)