Por otra parte, algunas de las características fundamentales de la información es que esta debe tener cierto grado de utilidad, pues, con base en ella, el individuo o sistema modificará las sucesivas interacciones que realice con su entorno. Asimismo, la información deberá poseer vigencia o actualidad, pues de nada sirve informarse sobre el estado del tiempo del día anterior para decidir si llevar paraguas o no. Y, finalmente, la información deberá ser confiable, pues en la medida en que lo sea se dispondrán una serie de acciones para confirmarla.