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LOS OJOS DEL MIEDO :<3: - Coggle Diagram
LOS OJOS DEL MIEDO :<3:
CAPÍTULO UNO
Por algo Julio odiaba a los perros le parecían unos animales serviles y salvajes. :checkered_flag:
Claro que si Julio los sacaba a pasear no era por gusto , sino por dinero. :pencil2:
Los dueños , demasiado viejos o demasiado vagos , preferían pagar una buena cantidad y ahorrarse las molestias :explode:
Así , el joven de apenas trece años pudo compararse el ordenador de sus sueños. :warning:
Cunado por fin lo tuvo en su habitación se olvido de los malos ratos que le habían hecho pasar aquellos chuchos del demonio. :star:
CAPÍTULO DOS
Julio vivía en una tranquila urbanización de chales pareados - siameses . como decía su padre- , en las afueras de Madrid. :check:
Bajó las escaleras de dos en dos i entró en el comedor. en cuento vio las caras de sur padres, Julio adivino que le aguardaba una larga cena. :lock:
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- Por si no lo sabéis , la pantalla de la televisión es más perjudicial que la de cualquier ordenador - replico él. :question:
A lo lejos escuchaba las voces de sus padres hablando del viaje que iban a emprender ( los dos solos , a Dios gracias) , dentro de unos pocos días :fire:
CAPÍTULO TRES
El planeta Robur del programa de Julio se negaba a obedecer ordenes. :question:
tres horas de inútiles esfuerzos Julio se levantó de su silla con la mirada perdida pues no había podido arreglar la situacción :tada:
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Su perro con su largo pelaje negro y su largo pelaje negro y sus ojos brillantes , le infundía verdadero terror. :fire:
CAPÍTULO CUATRO
A si quien si aleccionaron fue a pialar , su tía una joven célebre en la familia por su amor a la velocidad y sus pésimas notas. :fire:
No se te ocurra invitar a Julito a a dar un paseo en tu moto - insistía la madre una y otra vez-. Aunque no me lo imagino subido en ese cacharro, nunca se sabe. :pencil2:
Su hermana mayor debía de estar loca si creía que iba a llevar de paquete a semejante mocoso con cara de empollón. :checkered_flag:
A la mañana siguiente , al levantarse , Pilar encontró el desayuno servido sobre la mesa y a Julio extrañamente silencioso. :check:
la casa era suya, la había conquistado con su inteligencia y su astrucia. era el amo y señor , el dueño del castillo. Julio se sentía en la gloria. :lock:
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CAPÍTULO CINCO
Julio permaneció sentado en la cama , sin mover un músculo y a oscuras. entonces el ruido cesó. :lock:
Se despertó inquieto . muy pronto descubrió la causa un ruido frenético venía de la planta baja . ! Alguien había entrado en la casa. :pencil2:
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Estaba tan concentrado en sus cálculos que tardó unos minutos en advertir que la tenue luz del amanecer había invadido su cuarto. :checkered_flag:
CAPÍTULO SEIS
Se detuvo a unos doscientos metros del chalé . En su rostro el sudor y las lágrimas se confundían ;tenía la nariz tupida y le costaba respirar. :checkered_flag:
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Con la manga de su pijama de limpio la cara. Allí estaba , a las seis de la mañana , en mitad de la calle , descalzo y en pijama. :no_entry:
Buscar un teléfono era otra posibilidad . una llamada a la policía y en un cuarto de hora su casa estaría libre de intrusos. :checkered_flag:
De modo que sólo le quedaba una alternativa. Inició el camino de regreso a buen ritmo aunque , a medida que se acercaba el chalé . su ímpetu fue caminando. :tada:
CAPÍTULO SIETE
Lo siguiente que Julio escucho fue un gruñido , un largo y amenazador gruñido. :checkered_flag:
El sótano era una especie de cubo de cemento que no cotaba ni con una ventanuca hacia el exterior ; sólo había una forma de entrar , por aquella puerta. :explode:
El primero que actuó fue Julio ,Apenas había dado un paso cuando oyó un nuevo rugido que lo catapultó contra la pared esto es ridiculo. :<3:
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Ahora lo comprendía. el ruido que le había atormentado toda la noche provenía de las uñas de un perro rasgando la madera de la puerta
tanto miedo para nada. :pencil2:
CAPÍTULO OCHO
Estaba rodeado por una jauría de lobos en mitad de un paraje solitario y nevado. :checkered_flag:
un soplo de aire tibio reconforto su espalda . se volvió extrañado un lobo estaba tan cerca de él que sus alientos se mezclaron . :explode:
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Se desnudó con gestos impacientes del armario donde su ropa estaba perfectamente ordenada, arranco un pantalón y una camisa y se visitió. :pen:
a pesar del ruido que provocó mientras desenrollaba al cable, lo enchufaba y lo lograba ajustar la broca al taladro de varios intentos fallidos , el invasor no reacciono, :tada:
CAPÍTULO DIEZ
Julio conocía de sobra aquel tono de desconfianza tenía que disimular mejor, hablar con naturalidad y, sobre todo, no mostrarse tan simpático :<3:
Pásame a tu tía, quiero hablar con ella. la prueba de fuego Pilar no esta - lo dijo con una tranquilidad pasmosa
¡ como que no está! fue a dar una vuelta con su moto tú no deberías estar solo a estas horas díselo a ella ¡no! como puedes ser tan cazurro. :beer_mugs:
Lo que consiguió fue salpicar de agua la mesa , sofá y un óleo que colgaba de la pared más cercana. :red_flag:
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En el chalé no se veía ninguna luz encendida. Sin excesivas esperanzas toco el timbre repetidas veces. Por fin se resignó. El perro pasaría otra noche en su sótano. :pencil2:
CAPÍTULO DOCE
La visión le persiguió mientras subía las escaleras. salía de la casa. cruzaba corriendo el jardín y se encerraba en la suya :no_entry:
El simple hecho de respirar le mareaba, como si su nariz hubiera quedado impregnada para siempre con aquel infecto olor. :check:
El perro fue quien lo sacó del trance, De nuevo reanudo sus carreras sin propósito, subiendo las escaleras a golpe tendido, saltando contra la puerta y aullando su desesperación. :champagne:
Sin embargo le resultaba difícil imaginar el esfuerzo que tuvo que desplegar el animal para perforar la capa de cemento que cubría el suelo de su sótano. :fountain_pen:
Encendió el ordenador y se conectó a la "red". estaba acostumbrado a navegar por Internet con la pericia de una marino solitario. Tecleó la palabra DROGA y se encontró con un directorio de más de cien direcciones. :tada:
CAPÍTULO CATORCE
Se despertó con una sensación de asfixia abrió los ojos pero todo lo que vio fue una mancha tan negra como el ala de un cuervo. :explode:
Sujetando el cuerpo del perro con sus manos lo empujó hacia un lado mientras él rodaba en dirección contraria en cuanto se vio libre se incorporó de un salto. :check:
Por suerte para el joven, las escaleras habían consumido sus escasas energías de hasta el punto de sufrir un desfallecimiento en el instante en que ambos cayeron al suelo. :confetti_ball:
Colocó el plato cerca del hocico del perro y esperó su reacción sur ojos se abrieron tímidamente pero no hizo ningún ademán de " asomarse " al plato parecía incapaz del menor movimiento :unlock:
El joven rescató la esponja y , siempre bajo la atenta mirada del perro, la hundió en el consomé volvió a dejarla a su alcance así continuaron hasta vaciar el plat. :tada:
CAPÍTULO QUINCE
La mejoría de Argos era tan evidente que Julio supuso que lo peor había pasado el perro devoraba la comida, dormía a pierna suelta y daba largas caminatas por el pasillo sin señal de cansancio, :warning:
Desde la plata baja le llegaba el ruido de la cadena al tensarse contra los barrotes los tirones eran cada vez más apremiantes y la barandilla :explode:
Por si acaso, Julio extremaba las precauciones a la hora de acercarle la comida y nunca la dosis de tranquilizantes hasta que los suprimió por completo. :<3:
Se alejó de la puerta sin desviar sus ojos de ella a unos pocos metros se encontraba el hombre que él suponía escondido del crimen. :fire:
Julio tardó en reaccionar después de ver frustradas sus esperanzas durante tantos días, ahora no podía creer lo que estaba viendo. :confetti_ball:
CAPÍTULO DIECISIETE
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CAPÍTULO NUEVE
Sentado frente a la pantalla apagada de su ordenador Julio estudiaba distintas posibilidades sin que ninguna terminara de convencerle . :warning:
Y aunque el perro era un verdadero monstruo , ni siquiera él era capa de derribar una pared de ladrillos . sin embargo estaba en su sótano. :<3:
En un último intento se apoyó descaradamente en el timbre y así permaneció hasta que su dedo se rebeló. :fire:
Siempre había querido preparase unos huevos fritos con salchichas , pero su madre nunca le dejaba porque "vas a manchas la cocina ". :checkered_flag:
Julio corrió hacia la cocina . Previamente había conectado el otro extremo de la manguera al grifo de la pila . Lo abrió al máximo. :tada:
CAPÍTULO ONCE
Al principio creyó que se trataba de una señal de un mal sueño. los aullidos y los rasguños en la puerta ascendían hasta él pagados y de forma intermitente. :explode:
Tocó el timbre de su vecino, golpeó la puerta y aporreo los cristales de una ventana sin ningún resultado. Estaba a punto de volver a su casa cuando se le ocurrió probar suerte con el picaporte. :fire:
Corrió escaleras abajo y se acercó a la puerta del sótano .El perro debía de encontrarse en el relleno porque sus jadeos entrecortados le legaban con nitidez. A Julios también le faltaba el aire :<3:
Admirado por su arrojo siguió descendiendo. A medida que lo hacía pudo ver cómo las paredes estaban cubiertas de punta a punta por tramos de estanterías que iban desde el suelo hasta el techo. :confetti_ball:
Llegó al pie de la escalera. Ni rastro del hombre. Y la pared que daba a su sótano estaba intacta, Más intrigado que nunca se acercó a una de las estanterías y leyó varias etiquetas al azar: café al 10%, talco al 15%, azúcar al 20%, tabaco al 30%... :tada:
CAPÍTULO TRECE
Julio tenía muy claras las dificultades de su empresa pero no era propi de él rendirse sin antes agotar todas las opciones por algo a su madre le encantaba proclamar que era un chico "muy preservante ". :fire:
Contemplando su obra Julio recordó una frase que había leído muchas veces cuando coleccionaba una revista científica que traía láminas: " córtese por la línea de puntos". :star:
Sentado en el suelo a una prudente distancia de la puerta, Julio esperó más de media hora sin que el perro se dignase aparecer podía oír cómo recorría el sótano en un incesante vagar. :explode:
Entonces ocurrió algo extraordinario el perro enmudeció y se quedó contemplando la actuación de Julio con la cabeza baja y las orejas gachas, como asustado ante lo que veía. :tada:
Julio buscó entre las herramientas de su padre una lima de metal encendió la luz del pasillo y se esforzó en raspar los picos que sobresalían del bosque de la puerta :confetti_ball:
CAPÍTULO DIECISÉIS
Julio se dio cuenta que había perdido un tiempo precioso su alianza con Argos , como suele ocurrir con los suceso largamente esperados , había llegado en el momento mas inoportuno. :<3:
Julio segía con la mirada clavada en la puerta y Argos no tuvo mas remedio que agitar su cuerpo con energía asustado, Julio lo soltó en el acto pero al ver que Argos bajaba la cabeza , inmediatamente se tranquilizó. :explode:
Julio también observó que adelante del chalé , pero en la cerca de enfrente, había aparcada una camioneta de reparto. mientras gateaba en dirección a la puerta no dejaba de preguntarse qué estaría repartiendo a esas horas y a quién. :tada:
Julio permaneció tirando en el suelo, con la respiración entrecortada y los ojos cerrados sentía el aliento de Argos en su cara pero ni siquiera esto lo consoló. :confetti_ball:
Se acordó de sus padres, disfrutando de una segunda luna de miel en Ibiza, y calladamente les pidió perdón por el dolor que iba a causarles; y les rogó que no fueran demasiado duros con su tía pilar la culpa no era suya. :silhouettes:
CAPÍTULO DIECIOCHO
Los padres de Julio se llevaron un buen susto cuando la Guardia Civil interrumpió su luna de miel al saber lo sucedido el susto se trasformó en espanto y aún fue peor al ver la lamentable condición en que estaba Julio y su casa. :<3:
Tal y como había previsto, Julio estuvo castigado seis meses y un día sin poder usar su ordenador le pareció una condena un poco severa pero se aguantó al menos aprovechó el tiempo sacando a pasear a los cuchos del barrio. :checkered_flag:
Tenía que recuperar el dinero que le había prestado a Pilar y que ésta nunca le devolvió además, ahora le resultaba mucho más sencillo Argos iba con él y en cuanto algún perro se desmandaba, de un gruñido lo volvía mansamente. :recycle:
Un buen día, Argos empezó a ladrar al principio, como es lógico, no dominaba la técnica, pero al menor pretexto se ponía a practicar. :warning:
Con el tiempo sus ladridos ganaron en vigor y sonoridad y paseas de las constantes quejas de sus padres y de los vecinos, Julio rara vez intervenía. :explode: