En este capítulo nos habla de Julio de dio cuenta de el valioso tiempo que había perdido, su alianza con Argos como en todo suceso largamente esperado, llego el momento mas inoportuno el timbre volvió a sonar para la mala suerte de Julio, el solo echo de abrir la puerta le asustaba fue directamente a sostener a Argos, el perro se sacudió al sentir la fuerza con la que lo agarraba Julio al darse cuenta el daño se disculpo, al poco tiempo sonó el teléfono ¡Mamá! exclamo Julio no era otra persona no lo conocía ,El señor al otro lado del teléfono le comento que el pregunto por su padre y le avían dado ese número siguieron la conversación y se despidieron.
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