Estas lecturas dejan mucho por reflexionar. Hace tiempo hice un discurso con respecto al consumismo y a su impacto ambiental, pero recientemente comencé a percatarme del impacto que esta problemática tiene en la humanidad. No paramos; estamos en constante movimiento y actualización. El tiempo pasa, el mundo "avanza" y no nos podemos quedar atrás porque nos quedamos fuera, solos y sin validación; quedamos desintegrados de los juegos y las construcciones sociales. Esto nos satura, nos divide, nos confunde y conflictúa. Nuestra identidad; nuestros pensamientos y deseos son parte del producto de esta construcción y al mismo tiempo, su alimento.
Ahora más que nunca me parece muy relevante el tipo de ejercicios que se realizan en los talleres del CUI, como por ejemplo los momentos en silencio, retomar los valores, aprender a discernir, etc. Todo esto, para poder volver a conectar con nuestra persona ideas y aspiraciones y hacer consciencia del papel que jugamos en nuestras realciones; con las cosas, las personas, con Dios y con nosotros mismos. Recordar también, que a pesar de nacer limitados y directamente influenciados por nuestro ambiente, nacemos también con la libertad de decidir la manera en la que jugamos los diversos juegos sociales.
Referencias
Botella, L. (1999). Constructivismo y construccionismo en terapia familiar: pragmática, semántica y retórica. Revista Argentina de clínica psicológica VIII (2). Pags. 121-131
Gergen, K. J. (1993). La saturación social y la colonización del yo. En El Yo saturado. Paidós. Pp. 75 -114.
Pearce, W. B. (s.f). Nuevos modelos y metáforas comunicacionales: el pasaje de la teoría a la praxis, del objetivismo al construccionismo social y de la representación a la reflexividad. Pp. 1 - 14.