Considerando la evaluación como un proceso amplio, presente en todo el proceso de enseñanza, entonces, las metas y objetivos, la selección de medios y métodos, su organización y los propios procedimientos de evaluación, deben ser objeto de un Juicio antes de la toma de decisiones. Así, se debe preferir la evaluación como "un proceso continuo, omnipresente y que responde a la necesidad de formular juicios sobre y en cada nivel del proceso educativo (currículum)". (B. Maccario)