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Ritual de interacción. - Coggle Diagram
Ritual de interacción.
Estigma e identidad social
El individuo estigmatizado se encuentra en un profundo debate sobre el pensamiento de sí mismo.
Ese sí mismo se considera un habitante extraño dentro de su cuerpo.
Un buen ajuste permite al estigmatizado llegarse a considerar como igual a los normales.
El individuo tiene un control estratégico sobre su propia imagen y actúa con cautela para evitar el estigma.
El individuo estigmatizado representa a los otros dentro de un yo precario, sujeto al abuso y al descrédito.
La noción de diferencias cabe dentro de la vergüenza y supone las creencias sobre determinados actos o la condición misma del individuo
El marco social más amplio sus habitantes se comprometen a sí mismos quienes pasan por tontos.
La persona que encubre su forma de manera ocasional lo hace con la simpleza de los normales mostrando sus propias racionalidades.
Aquellos que ocultan su identidad personal, sienten placer al entrar en terreno desconocido y expresar un papel que los hace encubrir su mismo descrédito.
El normal también tiene su propia historia y con ello suele presentarse también en una realidad social determinada y dócil.
El normal y el estigmatizado no sólo son personas sino también perspectivas que se basan en situaciones sociales de normas no verificadas.
Se naturaliza el estigma el cual se contrasta frente a los normales sin que exista naturaleza dos roles.
Se crea así algo deseable una pertenencia personal y una capacidad para disparar un proceso de normalidad y por el contrario una estigmatización.
Los procesos del estigma tienen una función social general entre aquellos que no son ayudados por la sociedad que los hacen resistentes al cambio.
La estigmatización se presenta en las minorías en aquellos grupos raciales, religiosas y étnicos.
Control de la información e identidad personal
El individuo al habitar o integrarse en un grupo más grande adquiere el punto de vista del grupo.
La aceptación de los normales hacia el tematizado se puede realizar si ésta actúa con espontaneidad y naturalidad.
El individuo no tiene control inmediato del nivel en que se sustenta la norma.
Crea una perspectiva parcial que atribuye una realidad mucho más endeble.
El estigmatizado y el normal son parte del uno y del otro.
Cada uno maneja un rol determinado y frente a ellos encontramos asimetrías y diferencias, lo cual a menudo también contiene límites.
El individuo es capaz de hacer una representación de ambas partes dentro de un determinado momento social desempeñando ambas funciones.
En ocasiones en que es necesario la representación de un rol determinado.
Además también se crea una forma de engaño a través de la exteriorización de los hechos y dramatización de los mismos, entrando al juego de lo que se quiere proporcionar.
Una mirada fría también puede impedir un encuentro con las memorias.
Esto siempre dará lugar a un necesario manejo de la atención y más con respecto al desacreditado y su información con respecto al desacreditare.
Existe la desvalorización de los que tienen desfiguraciones corporales los que los limita en una interpretación a lograr una elección de pareja.