Alaora bien, precisameia te esos valores y fines iiltimos vi-parte, en tim pi‘ogreso en la racionalización de las estructii- ras sociales y foi-mas ble peusar y, corno consecuencia de ese jurogreso, en un retroceso de aquellas rorrnas de pensa-nieron justificaclos traclicionalmente pOY las imágenes reli- giosas del mundo y, Arresto crue la razón instrumental, que se lea erigiclo corno racionalidad étnica, es impotente r a te-miento religiosas y morales, que las sociedades. Mantenían cohesion adas nerlos como su negocio propio, van quedando relegados co-mo irracionales, corno metas que se aceptan o se rechazan por algúin tipo ble fe, pero sobre las que no se puede argii-E1 proceso. Sencantamiento" del mundo, r ique aquellos creencias re-ligiosas ) morales que man tenían el iiiundo "encan tado", hechizado", van diliiyéndose frente al avance inexorable de la racion alización. Se llama así porc¡rte se trata de una razón perfectamente habituacla a descubrir qué medios son acleciiadra ra alcanzar los fi-ies que se persígiien, como también a calibrar las conse-cueicias ble realizar cleterrnin adas acciones, r ero ctue nada quiere saLer de valorar los fines últimos, porc¡ue ya rio sa- br-ía desde dón de hacei-lo.
Consiste el politeísmo axiológico en creer que las cues- ' tiones de valores, y por sur esto las cuestiones de valores morales, son "muy subjetivas", c{ue en el ámbito de los valo- res cada persdna elige una jerarquía de valores u otra, pero la elige por una esr ecie de fé o corazonada.