Un aspecto hace referencia al tratamiento del agresor (que, con frecuencia es la madre), y consiste en: la enseñanza de habilidades para tratar al niño (control de la ansiedad, métodos de crianza, etc.); la enseñanza de habilidades sociales para saber establecer relaciones de amistad con otros adultas; el tratamiento sobre problemas colaterales (alcoholismo, drogadicción, etc.) y el tratamiento psiquiátrico, en los casos que lo requieran.