En internet existe paginas web donde se puede calcular nuestra huella de carbono, donde se analizan aspectos de nuestro hogar —tipo de vivienda, tamaño, eficiencia energética, etc.—, nuestro modo de transporte habitual y nuestro estilo de vida, como el consumo de carne y productos locales, o la gestión de los desperdicios alimentarios o los desechos tecnológicos.