La teoría de la desvinculación, igualmente llamada del desenganche y la ruptura, fue postulada inicialmente por E. Cumming y W.E. Henry en 19611, y, más tarde, por Schaie y Neugarten. Tuvo un gran apogeo en las décadas de los sesenta y setenta, aunque también recibió severas críticas. En ella se habla de un retraimiento tanto por parte de la sociedad como del individuo. Éste se va apartando cada vez más de las relaciones sociales, reduce sus roles más activos y se centra en su vida interior, y la sociedad va cerrando al individuo anciano posibilidades de participación, y le libra de sus obligaciones y roles sociales, lo que hace que la persona se sienta feliz y satisfecha.