Entonces en Italia, gracias a esas indicaciones técnicas y a la presión de la opinión pública, movilizándose contra el atraso de las diferentes instituciones públicas de indignándose por el grado de barbarie de los manicomios, se promulgó la Ley 180 de 1978, que sancionaba el cierre progresivo de los Hospitales Psiquiátricos, junto con la progresiva construcción de lugares alternativos de tratamiento dentro de la comunidad y asimismo decretaba la equiparación de los derechos de los pacientes a los de cualquier ciudadano, en resumen, su derecho a un tratamiento afuera de un régimen carcelario.