La inclusión de grasas estructuradas que contienen mezclas de ácidos grasos de cadena larga, ω-3 y triglicéridos de cadena media, han demostrado mejor absorción de ácidos grasos, reducción de las tasas de infección y mejora de la función hepática, renal e inmunológica. Las dosis seguras de ω-3 están entre 3-5 mg/día y a ingesta excesiva puede suprimir la función inmunológica y aumenta el tiempo de sangrado. Tambien puede producir un sabor desagradable, náuseas, acidez estomacal, intolerancia, dolor de cabeza, diarrea y sudor odorífero.