Este defecto, conocido también como "1anas miseria" o "finura de hambre", es el más frecuente e
importante que se produce en la Patagonia y es a su vez el principal motivo de desvalorización de la lana. Como consecuencia, en los primeros pasos de la industrialización, especialmente durante el cardado, una gran
cantidad de fibras se rompe. En casos severos la proporción de fibras que son removidas puede exceder el 50 %, determinando un alto
porcentaje de fibras cortas (blousse o noil), que no son aptas para el peinado.