Hoy en día sabemos que el aprendizaje con medios en los contextos escolares es un proceso mucho más complejo en el que intervienen una serie de variables y factores vinculados no sólo con los atributos internos del material (contenido, imágenes, formas de representación,...), sino también con variables propias de los sujetos que interaccionan con el material (como pueden ser los conocimientos previos, las actitudes, la edad, los estilos cognitivos, ...) y con variables del contexto en el que se utiliza el material (tarea realizada con los medios, metas educativas y método de enseñanza en el que se integra pedagógicamente el material,...).
Los medios no sólo permiten acceder a nuevas informaciones o conocimientos, sino que también son los recursos que posibilitan a los alumnos manifestar y expresar sus propias ideas, conocimientos y sentimientos. Para ello, la enseñanza debe ofertar experiencias que vayan más allá de la decodificación de los mensajes, presentando oportunidades para que los niños y niñas utilicen los distintos tipos de medios como recursos de expresión y comunicación. Ello significa que en la educación escolar debe alfabetizarse al alumnado no sólo en el dominio de los códigos y símbolos lingüísticos
La elaboración de cualquier material curricular (sea un libro de texto, un vídeo didáctico o un material electrónico) es un acto creativo de sus autores. Ello implica que éstos toman decisiones relativas a la selección de las ideas o mensajes que portará el material. En pocas palabras, los medios y materiales curriculares no son un producto técnico ajeno a los fines, ideas y valores socioeducativos de sus autores, sino que por el contrario en todo medio y material curricular subyace una determinada representación o imagen de la sociedad, del conocimiento y de la cultura.