Lamentablemente, cuando los cristianos llegaron a ser fuertes y poderosos, y cuando el cristianismo vino a ser una institución, entonces también, con demasiada frecuencia, los cristianos fueron los que arrestaban a personas diciéndoles que se callaran, amenazándoles con violencia y, a veces, cumpliendo sus amenazas contra ellos. Eso no es evidencia que uno haya estado con Jesús.