Con el auge de las computadoras, la criptografía alcanzó niveles de progreso mucho mayores que en la era analógica. La encriptación matemática de 128-bits, mucho más fuerte que cualquier cifrado antiguo o medieval, es ahora el estándar para muchos dispositivos sensibles y sistemas informáticos. En 1990, se pondría en marcha toda una nueva forma de criptografía, apodada criptografía cuántica, por parte de científicos computacionales que esperaban elevar una vez más el nivel de protección ofrecido por la encriptación moderna.Más recientemente, técnicas criptográficas han sido también utilizadas para hacer posibles las criptomonedas. Las criptomonedas aprovechan varias técnicas criptográficas avanzadas, como las funciones hash, la criptografía de clave pública y las firmas digitales. Estas técnicas se utilizan principalmente para garantizar la seguridad de los datos almacenados en blockchains y para autenticar las transacciones. Una forma especializada de criptografía, llamada Elliptic Curve Digital Signature Algorithm (ECDSA), sirve de puntal a Bitcoin y a otros sistemas de criptomonedas, al proporcionar una seguridad complementaria y garantizar que los fondos sólo pueden ser utilizados por sus legítimos dueños.La criptografía ha recorrido un largo camino en los últimos 4.000 años, y no parece que vaya a detenerse pronto. En la medida en que información sensible siga requiriendo protección, la criptografía continuará avanzando. A pesar de que los sistemas criptográficos empleados actualmente en las blockchains de las criptomonedas representan algunas de las formas más avanzadas de esta ciencia, son también piezas de una tradición que abarca buena parte de la historia humana.