El pensamiento que producimos puede ser correcto o incorrecto. En la determinación de un pensamiento correcto intervienen lo que la lógica clásica llama principios o leyes de la lógica.
Los principios de la lógica se caracterizan por ser evidentes, universales y necesarios, ya que no requieren demostración.
Se han distinguido cuatro principios: identidad, no contradicción, tercero excluido, razón suficiente. Los tres primeros fueron descubiertos por Aristóteles, mientras que el último (razón suficiente) fue formulado por el filósofo alemán G.W.Leibniz.