Un impulso sorprendente se debió a la relación que algunas personas de diferente formación, principalmente psicólogos, lingüistas, neurólogos, especialistas en comunicación humana y licenciados en educación especial, establecieron con grupos consolidados dedicados a la investigación neuropsicológica en otros países, como Francia, URSS, España, EUA, Colombia y Argentina; algunos de los investigadores mexicanos realizaron estudios de posgrado en esos grupos. En el más de los casos se ha invitado a miembros de estos grupos a participar en los programas de formación.