Rompen y renuevan los moldes clásicos de los géneros literarios, creando nuevas formas en todos ellos. En la narrativa, la nivola unamuniana, la novela impresionista y lírica de Azorín, que experimenta con el espacio y el tiempo y hace vivir al mismo personaje en varias épocas; la novela abierta y disgregada de Baroja, influida por el folletín, o la novela casi teatral y cinematográfica de Valle-Inclán. En el teatro, el esperpento y el expresionismo de Valle-Inclán o los dramas filosóficos de Unamuno.