Pero desde el surgimiento de la industria, más precisamente, a principios del siglo XIX, el primer sector se fusionó, y esto no es un problema, sino una característica natural del crecimiento industrial. A finales del siglo XX, la industria se hizo cada vez más pequeña a medida que el servicio se hacía más importante. Esto preocupa a muchos que ven a la industria más pequeña como un problema.
Hoy, más de una cuarta parte de la economía de los países desarrollados se gasta en educación y salud, dos servicios que apenas entraban en las cuentas económicas hace 100 años. Con las inversiones la economía crece, se invierte más y todos están contentos.
Pero la sobreinversión llevó a la reducción de las ganancias y los inversores comenzaron a dudar del futuro. Unos dejan de invertir, otros se preocupan, y de repente todos se preocupan: se avecina una crisis.
Estos ciclos son perfectamente normales, pero las crisis que provocan no son graves. Aunque los ciclos económicos son naturales, el descuido a veces puede conducir a crisis lo suficientemente grandes como para cambiarlo todo.