La hipótesis de Jackson, demasiado compleja para su época, no fue considerada y desarrollada hasta 50 años más tarde, cuando emergió de nuevo en los escritos de eminentes neurólogos de la primera mitad del siglo xx: Monakow (1914), Head (1926) y Goldstein (1927, 1944, 1948). Sin negar el hecho obvio de que funciones" fisiológicas ele- mentales (tales como sensación cutánea, visión, audición, movimiento) están representadas en áreas claramente definidas del córtex, estos investigadores expresaron dudas validas sobre la aplicabilidad de este principio del "localizacionismo estricto" a los mecanismos cerebrales de formas complejas de la actividad mental.