En el año 1796 Alois Senefelder descubre un método de reproducir la litografía que revoluciono la reproducción de los originales gráficos como mapas, rótulos, etc.
En la evolución que sigue este método de impresión nos llevan a cambiar la piedra calárea por planchas de zinc, ya que se diseñan unas máquinas de imprimir incipientes en que la plancha, a causa de ser flexible, puede enrollarse en unos cilindros y de esta manera ganar rapidez.
También la presión, que en caso de la piedra se realizaba en piedra, mediante unos rodillos recubiertos de caucho que se adaptan mejor a las irregularidades del papel.
Rubel, un tipografo, hacia inicios del siglo XX, que descubre accidentalmente el sistema offset, es una unidad de impresión directa, si no entra ninguna hoja de papel y película de tinta que se transmite directamente sobre el caucho, la transferencia de la tinta del caucho en el papel siguiente, provoca una calidad de impresión mejor que la que obtenemos en la transmisión.