Los antipsicóticos actúan interfiriendo la transmisión dopaminérgica cerebral, al bloquear los receptores dopaminérgicos D2, lo que explica los efectos extrapiramidales descritos más adelante y también la hiperprolactinemia. Estos pueden modificar, asimismo, los receptores colinérgicos, α-adrenérgicos, histaminérgicos y serotoninérgicos.
Antipsicóticos clásicos
Clorpromazina (Torazina), Flufenazina (Prolixina), Haloperidol (Haldol), Tiotixeno (Navane), Trifluoperazina (Stelazina), Perfenazina (Trilafon), Tioridazina (Mellaril)
Antipsicóticos Atípicos
Risperidona (Risperdal), Clozapina (Clozaril), Olanzapina (Zyprexa), Fumarato de quetiapina (Seroquel), Ziprasidona (Geodon), Aripiprazol (Abilify)