La regulación de frecuencia busca, a través de mecanismos de control en la red y con capacidad de generación lista para entrar en acción, responder en forma adecuada a las exigencias del sistema y corregir así, las variaciones de frecuencias que surgen como producto de este desbalance. Por lo tanto, la capacidad de regular esta frecuencia y mantenerla dentro de ciertos límites otorga mayor seguridad, rigidez y control sobre la operación del sistema, siendo un factor clave a considerar para las empresas de transmisión y de distribución, ya que deben cumplir con ciertos requisitos de calidad de servicio.