En la actualidad, los sistemas de inteligencia artificial son capaces de resolver variedades de problemas en lo que se refiere a cálculo, muchas veces mejor que los humanos. Programas computarizados han demostrado exitosa-mente imitar la entonación humana, leer los labios mejor que un profesional, componer música, reconocer la imagen, copiar los estilos de los más reputados artistas, vencer a humanos en complejos juegos y hasta predecir el riesgo de muerte por enfermedad para ciertos pacientes. Pese a todos estos avances, continúa siendo difícil simular el pensamiento humano de forma integral. Acaso uno de los avances más importantes en cuanto a razonamiento lo consiguió el sistema ConceptNet en el 2015, que fue capaz de igualar a un niño de 4 años en un test de coeficiente intelectual.