Las claves relacionales que aprendemos son numerosas y permiten transformaciones de funciones teniendo en cuenta que siempre son contextuales. Las más básicas serían las de coordinación / igualdad (“X es como Z en ciertas condiciones”), las de comparación (“en ciertas condiciones, X es más que Z, o Z menos que X”), de oposición (“en ciertas condiciones, X es lo opuesto de Z”), de distinción (“X es distinto a Z”), espaciales (“X está cerca de Z, o lejos ”); temporales (“X es antes de Z, o después, o ahora”), de jerarquía (“X pertenece a Z”); de causalidad (“si X ocurre, entonces o luego ocurre Z”); deícticos y de perspectiva (aquí-allí, yo-tú, y aquí-yo versus allí-tú; yo aquía hora y yo-allí-antes, etcétera).