En el síntoma histérico retorna el material reprimido, a través de los distintos mecanismos que lo canalizan (conversión, desmentida). Si estos mecanismos se hacen egosintónicos, a causa de su constante y continua utilización, es decir, si se incrustan en la manera de ser como algo normal, desaparece la angustia bajo la coraza de los rasgos histriónicos (egocentrismo, sugestionabilidad, hiperemotividad, comportamiento seductor, teatralidad, dramatismo) y se establece el Trastorno de personalidad propiamente dicho.