La cultura modela no solo los aspectos externos de nuestras conductas, también la vida interna de los individuos. Casi todos los aspectos que se consideran naturales, incluidas las emociones, los sentimientos como el amor, el odio, el placer, el temor, la ira, la culpabilidad, los celos, el egoísmo, la agresión, la aflicción, la indiferencia, la alegría, la pena, la percepción de la vida y la muerte, lo bello, lo feo, lo bueno, lo malo, el tiempo, el espacio y la realidad misma, están modelados por la cultura, puesto que las diversas sociedades dan diversas respuestas a estas mismas necesidades.
lo "natural" para cada sociedad es percibido acorde a los patrones culturales que ésta ha construido, por lo tanto está sujeto a una profunda variabilidad de la conducta, dependiendo de los patrones culturales establecidos.