En los niños, las gónadas masculinas, o testículos, se encuentran dentro del escroto. Segregan unas hormonas llamadas andrógenos; el andrógeno más importante es la testosterona. Estas hormonas indican al cuerpo de un niño cuándo llega momento de hacer los cambios corporales asociados a la pubertad, como el agrandamiento del pene, el estirón, el agravamiento de la voz y el crecimiento del vello facial y púbico. Además, la testosterona, que trabaja junto con hormonas fabricadas por la hipófisis, también indica al cuerpo de un chico cuándo llega momento de fabricar semen en los testículos. (Hirsch, 2018)
FUNCIÓN DE LOS TESTÍCULOS: Los testículos en un hombre producen testosterona y otras hormonas que afectan muchas de las características masculinas e intervienen en la producción de espermatozoides. La testosterona también es responsable de la buena salud y fuerza de los huesos en los hombres. (CareFirst, 2016)
REGULACIÓN: La síntesis de las hormonas sexuales está controlada por la hipófisis, una pequeña glándula que se encuentra en la base del cerebro. Esta glándula fabrica, entre otras sustancias, las gonadotropinas que son las hormonas estimulantes del testículo en el hombre y del ovario en la mujer. Al llegar la pubertad se produce un incremento en la síntesis y liberación de gonadotropinas hipofisarias. Estas llegan al testículo o al ovario donde estimulan la producción de las hormonas sexuales que, a su vez dan lugar a los cambios propios de la pubertad. (TellmeGen, 2019)