La biblia nos proporciona el mensaje para la evangelización del mundo, quien la determina. El mensaje para la evangelización proviene de ella; no necesita ser inventado. Puede ser presentado de muchas formas, provenientes de ejemplos y metáforas usadas en la biblia. Este evangelio es único y todos los apóstoles coincidieron en esto. Sin embargo, es predicado de maneras distintas: mesiánico, legal, personal, cósmico: todo parte de uno solo. Así, no caeremos en la fluidez completa (no hay evangelio definido) ni en la rigidez estricto (formulas precisas dadas por Dios).