En este sentido, se hace necesario subrayar, que no es lo mismo, un acto violento por ejercicio abusivo del poder y otro que se ejerce en defensa de la integridad personal, darles la misma calidad, sería desconocer la realidad y cometer una arbitrariedad; las actitudes defensivas en el marco de una relación desigual, no llegan a ser intimidatorias ni producen temor perdurable en la otra parte, en este caso, se hacen evidentes por venir de una mujer que infringe su rol pasivo y opaca las acciones, y expresiones hostiles de su cónyuge.