Durante la primera mitad del siglo XX, Nicaragua vivió un periodo de inestabilidad política, causada, entre otros aspectos, por la intervención de los Estados Unidos en el país ante la posible construcción de un canal interoceánico con apoyo inglés. El interés norteamericano en la construcción del canal de Panamá motivó el derrocamiento del presidente José Santos Zelaya en 1909. Al mismo tiempo y ante la situación social del país, creció entre los campesinos el liderazgo de Augusto César Sandino, quien encabezó una rebelión en contra del gobierno, presionó el retiro de los Estados Unidos de Nicaragua en 1933 y planteó una serie de reformas sociales. Sin embargo, Sandino fue asesinado en 1934 luego de firmar un pacto de paz con el gobierno, después de lo cual, el general Anastasio Somoza asumió el poder con el respaldo de las élites locales, y con el apoyo financiero y militar del gobierno de los Estados Unidos.