En 1967 y 1968, Millón Friedman y Edmund Phelps puntualizan un severo fallo teórico en el análisis de la curva de Phillips. Era inconsistente con la noción de que los trabajadores y las empresas se preocupan por los salarios reales, es decir, el monto de los bienes y servicios reales que pueden comprar los salarios, no por los salarios nominales. Por ende, cuando trabajadores y empresas esperan que el nivel de precios suba, ajustarán los salarios nominales al alza, de modo que la tasa de salario real no disminuya. En otras palabras, salario e inflación general subirán uno a uno con los aumentos en la inflación esperada, al igual que responderán al endurecimiento en el mercado laboral.