Para eliminar las sustancias no aprovechables, el sistema excretor dispone de dos vías. Por un lado, mediante las glándulas sudoríparas, puede eliminar los patógenos y los residuos a través del sudor. Por el otro lado, mediante los riñones, los cuales filtran la sangre y extraen lo que puede ser tóxico, se forma la orina, a través de la cual se elimina lo que no es beneficioso para el cuerpo.