En efecto,
el individualismo y egoísmo que se instalan en la convivencia social, amparados
por un modelo económico que impulsa al consumismo y a la transformación del
ciudadano en la ostentación del tener, generan una mentalidad de realización
valórica y de relaciones sociales basado en el éxito individual, la competitividad,
el oportunismo social, el control de la libertad y autonomía del otro, son algunos
rasgos relacionales que imperan en nuestra convivencia social latinoamericana